De Mamá a Mamá
5 mitos durante la lactancia materna
Dar la leche materna a tu bebé es una de las partes más mágicas y hermosas de la experiencia de ser mamá. Significa fortalecer el lazo indestructible que los vincula a ambos, además de ofrecerle a él la mejor alimentación de todas para iniciar su desarrollo con todo el impulso posible. Estamos seguros de que es una de las experiencias que más quieres experimentar, pero también te genera mucha duda e incertidumbre.
Sin embargo, las mamás primerizas sienten muchos temores frente al proceso de amamantar, lo cual es lógico ya que se trata de una experiencia totalmente nueva y que tienes que vivir para saber de qué se trata, así que no te sientas mal si es tu caso. ¿Cuáles son los miedos más comunes? ¿Qué tan infundados o ciertos son?
- Voy a ser mala lactante porque mis senos son pequeños. Eso no es cierto, el tamaño del seno no está vinculado a la producción de leche ni a la capacidad de amamantar. Todo depende más bien de la hormona prolactina que se activa en la medida en que el bebé succiona. Así que no te preocupes, eres perfecta para tu bebé tal cual eres.
- Amamantar duele. En muchos casos puede ser doloroso, pero es cuestión de adaptarse a la técnica correcta para poder hacerlo sin malestares. Todo es mejor con la práctica, y al tratarse de algo completamente nuevo en una etapa física y emocional que no habías experimentado antes es completamente normal, pero te aseguramos que con el pasar de los días el dolor desaparecerá y vas a disfrutar muchísimo este momento de conexión con tu bebé.
- Miedo a no saber amamantar. Nadie sabe hacer algo antes de hacerlo. Es una tarea que se aprende con los experimentos, los intentos, las fallas y los errores. Cada bebé es un mundo y cada mujer lactante otro. Es necesario buscar el punto en que confluyen y se adaptan ustedes dos. Estás viviendo una nueva etapa y es normal que asuste, pero Roma no se construyó en un día, así que no te presiones y mantente abierta para aprender cada día sobre ti y tu bebé.
- No produzco suficiente leche. Esta es una sensación muy común entre las mujeres lactantes y también lo es el pensar que su hijo no se llena con lo que está comiendo, pero no olvides que al principio le estás dando el calostro, que sale a cuentagotas, pero es uno de los manjares más nutritivos de la naturaleza. Con el pasar de los días sabrás identificar las señales que tu bebé te envíe para decirte que quiere comer más o que ya se ha llenado.
- Me va a morder los pezones. De nuevo, no debe de suceder, no se amamanta a mordiscos y el bebé aprende poco a poco a hacerlo bien, succionar de modo adecuado y en la justa medida. También es cuestión de acomodar posiciones. . No temas por el dolor de los pezones durante la lactancia, quizá al principio será incómodo, pero después apreciarás esta actividad única que experimentarás con tu bebé.
¡Paciencia! ¡Paciencia! ¡Paciencia! Y ¡Disfruta! ¡Disfruta! ¡Disfruta!