De Mamá a Mamá
Estoy embarazada: ¿Puedo comer los dulces que quiera?
¿A quién no se le antoja una oblea crujiente embarrada con cajeta, dulces de mango, tamarindos enchilados o brownies recién horneados? Sí, posiblemente durante el embarazo se antojen más esas cosas dulces porque tu cuerpo pide más energía, aparecen los clásicos “antojos” y la ansiedad también hace de las suyas, haciéndote muy difícil poderse resistir…
Pero, ¡aguas con el consumo excesivo de calorías! Toma en cuenta que los dulces por lo general aportan muchas calorías y pocos nutrientes. Aunque se te antoje mucho el dulce, hay opciones más saludables. Cuídate de la probabilidad de aumentar excesivamente de peso porque, aunque no es el único riesgo de comer muchos dulces, sí es uno muy importante y que te podría traer muchos problemas de salud afectando también a tu bebé.
El exceso de azúcar, durante el embarazo, es muy perjudicial. Los índices de glucemia elevados en esta etapa aumentan el riesgo de complicaciones en el proceso y en el parto, tales como bebés muy grandes, lesiones en el canal del parto y dificultades para lograr un alumbramiento natural. Los pequeños también tienen más riesgo de sufrir hipoglucemia en sus primeros días de vida, entre otros padecimientos.
Por todas esas razones, satisface tus antojos dulces, con alternativas saludables como galletas de avena y nuez (sin sellos), queso con un poco de mermelada o miel, yogur light con trozos de fruta natural, helados y flanes hechos en casa, y gelatinas con poca azúcar. Paséate por la zona de snacks naturales y saludables de tu supermercado, seguro encontrarás dulces aptos para embarazadas. ¡Sé creativa con los postres y bocados dulces, y no te prives de comer cosas ricas! ¡Te las mereces!